martes, 24 de marzo de 2009

¿Miedo a perder lo que se tiene o miedo a tener?


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Cada uno afronta sus miedos como le sale de los huevos, o, para ser más exactos, por el aprecio que les tenga. (pinche aquí para tener una idea de donde se ubica la gana, y las cosas que le salen de la mismisima gana)

Yo, (que creo que usando las palabras justas se reducen los errores a la hora de entenderse y, por tanto, todo uso de metáforas me es ajeno y absurdo), por esta vez usaré los huevos como símbolo de aquello que se tiene o se anhela tener. Muy freudiano, sí, pero aquí lo categorizamos todo, todo está inventado y es tan difícil, y caro, innovar que casi no vale la pena intentarlo. Así que los huevos, en el sentido escrotal, lo califico como algo freudiano y punto; qué carajo ¿no soy yo el que escribe esta mierda de blog? Y además ¿no todo en el mundo actual parece que Freud ya lo sabía? Un repollito este Freud.

El miedo es una virtud (sí, virtud) infravalorada que no obstante, signifique lo que signifique “obstante”, ha permitido a generaciones enteras avanzar y avanzar en el proceloso e inexplicable camino de la evolución. Es el miedo el que hace que nos quedemos en casa cuando hay tiros en la calle, que huyamos cuando matan y violan en las casas, o que cerremos los ojos ante las mierdas que nos ofrece día a día el ser humano. Ese mismo ser humano que, según Rousseau, es bueno por naturaleza pero la sociedad lo corrompe. Y unos cojones, y aquí sí que no existe metáfora alguna, es bueno el ser humano.

El miedo hace de mí una persona prudente, dispara mi capacidad analítica y multiplica la de reacción ante los acontecimientos, que a pesar de desencadenarse a velocidad de vértigo, soy capaz de ralentizar y diseccionar tanto sus causas como sus posibles efectos. Pero mi miedo presenta dos propiedades que hacen de él un miedo distinto, un miedo que lleva impreso el logotipo de Cátulo.

  • A mí me da igual morir, de hecho lo deseo, pero el sentimiento de venganza hace de mi un animal depredador, y como animal que soy, tengo un instinto de supervivencia mucho más acusado que la gris media de los habitantes de esta bolita azul que rueda y rueda.
  • Yo no tengo miedo a perder nada de lo que poseo pues lo que tuve, quise y amé me lo arrebataron. Y dolió tanto esa amputación de partes de mi alma, que jamás quiero volver a sentir ese dolor que quema las entrañas y produce quemaduras en la piel desde dentro. Por eso, y nada más que por eso, tengo una coraza contra el sentimiento de posesión de otras almas, amor que llamaría alguno, hecha del compuesto más perfecto para estos menesteres: insensibilidad, ironía y nihilismo agitado y mezclado en una coctelera por un barman bastante cabrón.

(ojo: si usted no quiere acabar harto de definiciones teoricas, no pinche en los siguientes enlaces)

Si usted quiere saber más sobre el miedo no consulte diccionario alguno, no consulte la wikipedia ni busque en google…sencillamente levante la vista de la pantalla, mire todo aquello que ama y piense que un día se lo pueden arrebatar, y eso es más doloroso que la propia muerte.

En fin, que como algún intelectual dirá dentro de poco y todos asentiremos...eso es como todo (en este enlace, si debería pinchar).

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